jueves, 30 de julio de 2015

Pixels

Sin duda, parece que el cine se está sumando a esta nueva moda nigromántica de revivir muertos y recurrir a los años pasados (los bonitos oldies) para la construcción de nuevas historias de entretenimiento masivo comercial. ¿Está mal? No en esencia, el problema se encuentra en la ejecución. Con el regreso de zombies como Jurassic World, Misión Imposible, Terminator y demás, el cine nos ha regresado a la última parte del siglo XX, muchas veces sin considerar que el público que tenía en ese entonces es muy diferente al de ahora.

En esta ola de lo oldie surgió Pixels, una película que cuenta la historia de la humanidad siendo atacada por un grupo desconocido de alienígenas, quienes utilizan viejos videojuegos de arcadia para su campaña de destrucción de la Tierra.

La cinta es la más reciente locura de Adam Sandler, bajo el mando directivo de Chris Colombus. En lo personal no aprecio las películas de Sandler: el excesivo niñerismo, la comedia fácil, el argumento bobo y lo predecible del elenco suelen acabar con mi interés en los primeros 5 minutos de la cinta; sin embargo, Pixels logró algo interesante y les explicaré por qué lo creo así:

En contraste con otras producciones de Sandler, aquí el texto es muy mesurado y sabe usualmente liberar la comedia, el avance de la trama y el poco, pero consistente, drama de la cinta. Es sin duda una película hecha para entretener y divertir al público, lo cual logra adecuadamente combinando un humor bastante blanco (en contraste con otros trabajos achacados a este cast) con secuencias de acción, animadas con destreza. Si bien entretener es lo único que logra bien.

Este no es un texto con verdadera complejidad dramática; el trabajo de dramaturgia y especialmente la curva de personajes es bastante estática; aún así, no se vuelve trivial sino que explota el tipo adecuado y necesario de simpleza: justo en el punto clave del entretenimiento, sin caer en la mediocridad.

Referente a los personajes, es una lástima ver el desperdicio dramático de muchos de los individuos construidos en el texto. Si bien la mayoría de estos están hechos en masa en la fábrica de clichés arquetípicos, creo que muchos pudieron tener un mejor desarrollo dramático al momento de la ejecución artística. Como era de esperar, el personaje de Sandler es quien tiene la moderada y predecible resolución emocional preferente (aún cuando vemos una ya tan conocida actuación Sandler con pocas novedades), dejando los demás personajes en un segundo plano con poco o nulo desarrollo dramático. Peter Dinklage es, para mí, el actor que mejor dominio muestra de su personaje y ofrece los matices más aplaudibles dentro del elenco. Por otra parte, también es triste ver el desperdicio de grandes actores cómicos como Jane Krakowski en personajes monodimensionales y, sinceramente, prescindibles.

Los dos verdaderos grandes aciertos de Pixels son: su selección de segmento de mercado y la integración de los elementos visuales nostálgicos a la cinta.

Pixels es un film de geeks para geeks, con uso maestro de la moda actual en que el geek tiende a ser el centro de la historia, el nuevo tipo de héroe, el protagonista que le habla a una sociedad cada vez más metida en la tecnología y el entretenimiento. Yo disfruté mucho la cinta, pero alcanzo a notar que es en gran parte por el gaymer que llevo en el corazón. ¿Es una película entretenida? Sí, seguro para todo público, pero hay un segmento que realmente la disfrutará y se apropiará de ella para su argot popular y ese es el segmento al que hay que direccionarla; para el resto, será sólo una cinta más. El lenguaje, las bromas y los personajes están seleccionados con una idea clara de a quién va dirigido el mensaje; lo cual prueba que un excelente trabajo de mercadotecnia puede parchar las áreas dramáticas en las que el producto no sobresale, logrando que la audiencia las pase por alto sus amplias deficiencias.

Por otra parte, la integración de la nostalgia es acertada. Yo ya hablé en otra entrada acerca de Jurassic World y de sus aciertos narrativos; pero si hay algo en lo que falló monumentalmente es en la renovación de un texto tan viejo como los dinosaurios. Para aquellos que vieron las películas originales de Spielberg (que es, al menos, el 70% del mercado meta de la cinta), Jurassic World no les ofreció nada nuevo; fue una retroalimentación masticada de la misma historia que las anteriores... uno esperaría que ya hubiéramos aprendido la lección. Esta es la tendencia normal con revivir muertos hoy en día: no existe un aporte nuevo, no hay una propuesta original, nos alimentan con los mismos textos y olvidan que ya no lo vamos a pasar por alto, maravillados por la animación del dinosaurio, puesto que es algo que ya vimos varias décadas atrás... el público pide más.

Pixels, en cambio, es la prueba de que puedes tomar elementos viejos (juegos de arcadia y la trama a lo “El Día de la Independencia”) y crear una propuesta original que, en mayor o menor medida, ofrezca al público algo que no se espera y de lo que realmente puede apropiarse para un futuro.
¡Ah claro, y ver a Sean Bean no morir en una cinta, fue algo liberador!

En conclusión, la película es recomendable como entretenimiento y posiblemente alcance a rascar un poco el estatus de culto en círculos muy muy muy específicos, pero no es una gran película ni una obra de arte por sí misma (tal vez con la excepción de la animación)... para mí: un 6 ó 7, de esas películas que apenas si alcanzan a no reprobar. Aún así, ¿quién dice realmente que todo debe ser sofisticado? A veces lo único que necesitamos es un poco de entretenimiento simple, pero bien ejecutado, para acompañar las palomitas jumbo.

Quiero hacer una última nota: la selección de música no me gusto: entiendo la relevancia a la época, pero estoy comenzando a cansarme de escuchar las mismas piezas siempre que me regresan a esa época.

Ficha técnica:
Pixels (2015)
Dir: Chris Colombus
De: Tim Herlihy
Columbia Pictures

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