martes, 31 de diciembre de 2013

El Beso de la Mujer Araña

El frío y las festividades de fin de año me tenían en un letargo, pero hoy que es 31 de Diciembre me dije a mí mismo: "No puedes dejar que se acabe el año sin una publicación más sobre las películas que has visto" y como yo no soy de la clase complaciente y popular, me rehúso a caer en el juego de las festividades y escribir acerca de un film navideño... Una vez aclarado ese punto, les diré sobre que escribiré el día de hoy: es una película loquísima (no en el sentido tradicional) y ya algo viejona que vi, a raíz de una publicación que leí en la edición actual de Razón y Palabra (once a nerd, always a nerd). Si usted no sabe qué es razón y palabra, ¡investigue! yo aquí se lo pongo fácil: http://www.razonypalabra.org.mx/

Regresando a lo nuestro, la película del día de hoy es: "El Beso de la Mujer Araña", un film Americo-Brasileño de mediados de los 80's, que narra la historia de dos hombres que comparten celda en la prisión. Este es un drama (que a mí me parece más un melodrama) que fue bien recibido por la crítica en su momento y que tiene un rol activo importante en la construcción de la imagen del homosexual en el cine.

La película es protagonizada por William Hurt y Raúl Juliá y vaya que ambos tienen una maravillosa interpretación de sus personajes. William interpreta a Luis Molina, un hombre homosexual (lo cuál es evidente en cuánto lo ves) que se encuentra en prisión bajo los cargos de corrupción de un menor (quién nunca aparece o se le menciona en el film). Molina es un personaje con mucho carisma y de gran corazón. Amanerado, delicado y fantasioso, Molina es realmente el personaje activo en el relato, prácticamente todas las acciones son ejecutada e iniciadas por él y, en momentos, podría hasta parecer un narrador tácito, como si el film no fuera la historia de los hombres, sino los recuerdos de Molina. El rasgo más característico de Molina es su afición a las películas (si bien no se le conoce lo suficiente para saber si realmente se trata de cinefilia o mero gusto) y, más aún, a contarlas. Juliá interpreta a Valentin Arregui, un hombre heterosexual, partidario de un movimiento rebelde y radical contra el gobierno. Valentin es un hombre rudo y con fuertes convicciones, tiene un carácter voluble y puede ser un tanto grosero (la mayoría ya se imaginará hacia dónde va esto, para los que no, ahorita lo abordamos). Valentin se encuentra preso por conspiración y se mantiene con vida en una celda aparte (con Molina no con los demás rebeldes) como parte de los esfuerzos por sacarle información importante del movimiento. Estos dos actores tienen una química excelente en pantalla y sus interacciones tienen mucha sustancia emocional.

También, Molina y Valentin tienen una función de polaridad tal que casi pareciera predecible. Por una parte, Molina es la imagen del homosexual afeminado y delicado, si bien sus modos y ademanes están muy normalizados, es fácil notar su identidad sexual. Molina es una persona solitaria por las circunstancias y apegada profundamente a su madre, a quién ama. Valentin, por el otro lado, es la imagen del macho, en todas sus formas caricaturescas: rudo, sucio, voluble y líder, un verdadero alfa dentro del relato. La relación de ellos parte de una cordialidad neutra que devendrá en una interesante amistad (...), a pesar de los episodios groseros que tiene Valentin hacia Molina. Los personajes tendrán juntos un viaje emocional que los llevará a un estado de compresión y aprecio (en Valentin), y de total sumisión (en Molina).

Hay además una metanarración muy importante en la historia: el relato que Molina hace de una película (si bien no se sabe si real o no) a Valentin; la cuál se presenta como imágenes sobre la voz en off, brindando este juego Shakespiriano de una película dentro de una película. La película que Molina le narra (a parte de ser una evidente propaganda nazi per se, si bien no para la audiencia) es un paralelismo importante en la narrativa principal de la historia y un elemento fundamental en la construcción del personaje de Molina.

Comencemos por describir la historia de esta película: Una cantante francesa llamada Leni, se enamora de un comandante nazi, Werner, durante la invasión nazi a Francia. Esto divide a la mujer entre el amor a su país y a su amante, dilema que termina de forma trágica en lo que para mí es una fantasía nazi de Fellini... Sonia Braga interpreta a Leni (a la vez de ser Martha, la amante de Valentin, y la mujer araña) y hace con ese personaje el prototipo perfecto de la diva/heroína hollywoodense. Como comentario aparte, el diseño fotográfico y la estética old fashion de este metafilm es divino (especialmente la escena del baile... ver imagen debajo)

Leni es la imagen bajo la cuál se construye la identidad de Molina. Leni es el símbolo de la expresión de género de Molina y una clara influencia en sus gustos, expresiones, ademanes y vestimenta. Leni es la diva del cine de oro, una analogía de figuras como Norma Desmond, las cuáles son influencia en la definición del yo de la comunidad homosexual de la época (al menos en una gran parte, para evitar las generalizaciones). Aquí, la historia de Leni y Werner es una expresión de la dimensión íntima de Molina y un paralelismo acertado en su rol narrativo. Molina es Leni en su propio mundo: una diva sofisticada, forzada a vivir en un mundo dominado por una fuerza absoluta e imperialista (el heterocentrismo) y condenada por enamorarse de la persona equivocada.

Cuando Molina termina la historia de Leni, y Valentin le pide otra más, no es ninguna sorpresa que se invente una figura como la mujer araña. Esta misteriosa mujer (que tiene un tiempo realmente mínimo en pantalla) es también una expresión de la identidad del yo en Molina; sin embargo, a diferencia de Leni, ella no es una analogía de su dimensión social, sino un símil, un guiño breve de su autodefinición. Si bien Sonia Braga también es la mujer araña en el film, bien pudo haber salido Molina vestido como ella en la secuencia. La mujer araña es Molina en su más profunda definición: una mujer solitaria, atrapada en una telaraña, condenada por ser diferente a los demás. La mujer araña no es la imagen aspiracional de Molina (o bien, de la comunidad homosexual de su época), sino la aceptación de la identidad y las circunstancias propias.

Debo decir que me es imposible no pensar en estos roles de identidad de género dentro de la película. Molina es la imagen del homosexual que añora ser mujer: "si pudiera me lo cortaría" dice, que es algo que no escuchas muy comúnmente. Además, está en un punto intermedio en el espectro femenino, pues si bien se trata de un hombre afeminado, está bastante normalizado para ser muy femenino, pero muy delicado para ser muy masculino. Es el homosexual que añora el reconocimiento del heterosexual y busca un cierto grado de aceptación por parte del sistema dominante. Es quién al final debe sacrificarse por el macho y serle fiel pese a las consecuencias. Además, es curioso que la excusa para tenerlo en prisión sea "corromper un menor"... es una razón tan válida como las demás, pero creo que comienzo a ver la influencia que esta construcción de imagen del homosexual tenía cuando recuerdo las amenazas de mi madre, cuando yo era más joven, diciéndome que los gays eran violadores de menores.

Valentin, mirando el otro lado de esta historia, es el heterosexual heroico que busca cambiar el mundo. Es un personaje de mal carácter que debe ser constantemente calmado y procurado por Molina (si bien, en este caso, es por una agenda específica). Difícilmente debe disculparse con Molina por cualquier agresión y el hacerlo representa un acto de gran nobleza de su parte. Es el hombre que al final concede el tan anhelado indulto de Molina, abriéndole camino a la aceptación en su mundo y es quién "sacrifica" su propia masculinidad para apiadarse de la soledad emocional de Molina.

¿Excesivo? Es posible, pero intenten ver el film y no pensar en eso mismo. ¿Está mal? No, para nada, es la imagen de género que se tenía en la época y, finalmente, es un discurso de denuncia que comenzaba a dar los primeros pasos a mostrar esos conflictos de convivencia social, pues al final, si bien el final no es feliz, ambos hombres logran desarrollar un vínculo fuerte y de mutuo aprecio.

La historia es lenta sin duda, ¿qué se puede esperar de la historia de dos hombres que pasan casi todo el film en prisión? ¿qué se hace con el tiempo? Creo que esta lentitud de relato es acertada, emulando lo largo y pesados que son los días estando en una prisión. Esta sí no es una película adecuada para las Palomitas Jumbo, pues se van a acabar en los primeros 20 minutos y tendrías que ir por más, pero sin duda un film que te deja algo dentro y logra mover algunas cuanta fibras dentro del espectador si logra conectar realmente con la trama. No es lo mejor que he visto, no es lo mejor que vi ese día... pero estoy escribiendo sobre ella, así que algo me dejó, ¿cierto?

Ah, por cierto, para aquellos que se preguntan ¿por qué no hay un beso de la mujer araña en pantalla (así como lo diría el título, así como en la versión de Broadway (con Chita Rivera, bitches!), les informo que sí lo hay: el beso de Molina y Valentin ES el beso de la mujer araña.


Ficha Técnica:
Kiss of the Spider Woman (1985)
Dir. Héctor Babenco
Creadores: Leonard Schrader (screenplay), Manuel Puig (novela)
Agita Productions Inc.